10 jul 2013

HABÍA UNA VEZ... una comunidad fcb

VIRALIDAD MÁS ALLÁ DE "COMPARTIR" Y "ME GUSTA"
A partir de un proyecto personal vinculado a la re-creación de una serie de cuentos, y bajo el concepto "Había una vez", generé un proyecto integral. 
La iniciativa estuvo conformada por la creación de una comunidad en facebook y una posterior propuesta de trabajo presencial llamada: "Había una vez", Laboratorio Creativo de Palabras. 
El objetivo del proyecto en fcb fue incentivar la capacidad creativa a través de una premisa que vinculara a los participantes con su lado lúdico, remitiéndolos al mundo interior y estimulando su imaginación.


"HABÍA UNA VEZ"
El proyecto se generó en faceboock a partir del grupo: https://www.facebook.com/groups/habiaunavezz

En poco menos de un mes la comunidad experimentó un crecimiento y participación inesperados, generando un fenómeno de viralización importante, que no se quedó en el simple "like" y "compartir", sino que incentivó la participación de todos los integrantes. Este crecimiento se dio de forma espontánea, sin inversión de recursos en publicidad, premios ni otro tipo de incentivo más que el constante feed back de mi parte.

Algunos datos interesantes:
- Hasta el 30 de mayo de 2014 la comunidad contaba con casi mil integrantes y se habían ingresado más de 4.000 microcuentos diferentes.
- Si bien algunos participantes escribieron solamente un texto, la gran mayoría publicó un mínimo de cuatro.
- El porcentaje por género se integró por un 56% de mujeres y un 44% de hombres.
- Muchos de sus miembros comentaron a su vez los textos ingresados por otros participantes, generando en algunos casos hasta 50 comentarios.

Más conclusiones:
- El grupo se alimentó a sí mismo. Las personas participaron de forma entusiasta durante un período de 2 días a 2 semanas, hasta "agotar" su necesidad de expresión y después continuaron participando de forma más aleatoria.










- Desde la apertura del grupo se dio de alta a un promedio de dos personas por día, a su vez hubo miembros que, una vez volcada toda su creatividad, decidieron dejar el grupo,  esto se reflejó en un aumento moderado de integrantes. 

- La participación general fue llamativamente entusiasta, verificándose en algunos aportes hasta 50 comentarios.




















- Durante el año de vida del grupo, no han surgido desencuentros ni agresiones entre sus integrantes. Solamente en una oportunidad fue necesario bloquear a un miembro y fue por razones personales.

- Muchos integrantes de la comunidad se manifestaron agradecidos por tener la oportunidad de expresarse, jugar y hacer algo nuevo, que nunca habían hecho.




- En muchos casos se modificaron las reglas subiendo imágenes, videos, creaciones en diseño gráfico e ilustraciones, enriqueciendo notablemente la propuesta inicial.


A continuación podremos leer una selección y posteriormente, en orden de aparición, la recopilación de todos los cuentos ingresados hasta el 20 de julio de 2013.
Nota: Todos los textos fueron copiados tal cual se ingresaron y carecen de corrección tanto ortográfica como de estilo.

Serie Cuentimios

Minicuentos re-creados.

Técnica: Fotografía digital de plasticina con retoque en Ps.




En proceso


Selección Gourmet

- Había una vez una adulta que se sentía niña leyendo historias que inician con "Había una vez".
Charbelí Ramos Chávez
 
- Había una vez un volcán que quería desarrollar todo su potencial.
Gabriela Onetto
 
- Había una vez un hombre imposible que soñaba con una chica lista. Pobre sueño, pobre hombre, imposible despertar.
Irene Vesna
 
- Había una vez un hombre tan triste que derribaba los muros con su nombre.
Laura Inés Martínez Coronel
 
- Había una vez una viejita que barría las hojas con tal tozudez que un día desapareció arrollada por el viento.
Lorena Giménez
 
- Había cierta vez una taza iluminada que giraba su vida loca dentro de un microondas hasta que escuchó el último de los tres pitidos y comprendió tardíamente que su misión había sido otra.
Kark DelMonte
 
- Había una vez una mujer que buscó tanto dentro de sí, que su cabeza se asomó por su vagina.
Lourdes Chávez Sandoval
 
- Había una vez un perro que esperaba a su dueño. Y aunque él no sabía que no era un perro, y que tampoco tenía dueño; sentarse a esperar le llenaba de esperanza.
Chava Caín
 
- Había una vez una vez una abuela nerviosa y asustada, una centralita telefónica, unos niños escondidos en un pajar y una revolución trunca. Era 1935 por el Paso Morlán.
Rudy Menéndez
 
- Había una vez un robot que se encontró con una flor. La vio tan hermosa que finalmente decidió no desconectarla.
Alejandro Escutary Tarrech
 
- Había una vez una perdiz y un sapo que se adentraron en el arte del Kamasutra.
Pero nadie sabe como esto terminó.
Andrea Sirota
 
- Había una vez un cuentimio in medias res
empezaba en la pulpa
y terminaba en el bies.
Horacio Centanino
 
- Había una vez un sapo que en silencio se bajó una botella de vino, luego... seguía en silencio y seguía siendo un sapo.
Guzmán Sánchez
 
- Había una vez una mujer que era feliz y no se había dado cuenta.
Matilde Martínez
 
- Había una vez un Prometeo que, cansado de resistir que le comieran el hígado, rompió las cadenas, trepó al Olimpo y lo cagó a trompadas a Zeus
Pablo Idoyaga Fielitz
 
- Había una vez una mejor versión de mí rondando por las calles: usurpó a mis amigos, se robó mi alegría y mató mi neurosis. A veces, yo lograba escaparme un rato y volvía a ser yo, pero los otros la preferían a ella...
Había una vez una peor versión de mí, y a menudo la extraño.
Charbelí Ramos Chávez
 
- Había una vez un café muy oscuro y amargo, estaba cargado con nuestros remordimientos y esa noche no nos quedó más que beberlo en silencio frente a tu cuerpo.
Tia Maria
 
- Había una vez una isla suspendida en el tiempo y dos abuelos consumidos por una pasión anacrónica y nada convencional. Sus cuerpos desnudos no tolerarían un espejo sincero, pero en el fragor de la batalla se les hizo realidad volver a los diecisiete. Besos intensos y abrazos de fuego consumen su invierno, desaparecen las estaciones y bailan en un arco iris de sensaciones perfumadas y frescas.
Abidel May Llanes
 
- Había una vez una nenita que se llamaba Maravillosita. Le gustaba mucho jugar a las atrapadas. Una vez, invitó a una amiga a jugar a su casa y jugaron todo el día.
Éste es de mi hija Julieta, de 5 años, que también quiso participar :)
Carolina Berta
 
- Había una vez una Cenicienta que guardaba sus problemas bajo la alfombra.
Victoria Gericke
 
- Había una vez una casa que fue demolida y un hombre que todos los días pasaba a mirar las cicatrices de su hogar tatuadas en los muros vecinos.
Rosario Beisso

- Había una vez..., ¡No! no había. No había ni princesa ni dragón ni sapo. ¡Momento! el sapo sí estaba, mirándolo con esos ojotes desde el extremo de la cama.
Don Augusto corrió a su pupitre y se puso a escribir: «Cuando despertó...»
Rubén Pesquera Roa
 
- Había una vez una mujer que amaba tanto, tanto, que siempre guardaba un gran corazón de vaca en el congelador, por si acaso.
Sofía Sayblack

- Había una vez una niñita que cansada de que la madre la mandara cruzar el bosque para llevarle pasteles a la abuela enferma en lugar de cuidarla en su casa como correspondería, y además la vestía de rojo como para que el lobo la viera, fue a la comisaría del menor e hizo la denuncia. Ahora ella y la abuela viven juntas, en una cómoda casa, que pagaron con las regalías del cuento.
Patricia Gandaria
 
- Había una vez un abuelo triste, una abuela infiel, un nuevo hijo inesperado y esa maldita expresion que dijo el vecino de enfrente: ¡éramos pocos y parió la abuela!
Pepe Fainberg
 
- Había una vez una frustración que se enamoró de un nomeolvides y dieron a luz a un hermoso rencorcito.
Tia Maria
 
- Había una vez una niña triste pero con la mirada dispuesta a ver brotar una plantita en la punta de sus zapatos.
Virginia Mortola
 
- Había una vez un dedo juguetón y viajero que iba de norte a sur, de este a oeste. Ya había penetrado los lugares más oscuros, limpiado las más saladas lágrimas y guardado los más terribles secretos.
A pesar de los celos de sus cuatro hermanos, era el favorito de ese cuerpo que gozaba o sufría siempre acompañado de ese dedo juguetón y viajero.
Lourdes Chávez Sandoval
 
Había una vez que se cansó de ser vez y optó por ser una ocasión.
Ximena Martínez Robles

- Había una vez un hombre que criaba palomas en el fondo de su casa. Todos los atardeceres las palomas salían volando con prisa. Los niños de la casa corrían detrás de ellas, embobados veían a las palomas posadas sobre los brazos abiertos, los hombros y el sombrero del abuelo, que regresaba de su trabajo. Así todos los días.
Alba Maquieira
 
- Había una vez, yo.
Monica Suárez
 
- Había una vez una niña de 5 años jugando tranquilamente en la plaza, trepada a un murito, haciendo como si éste fuese un caballito. Se acerca otra niña en una bicicleta y le dice: "Yo tengo bici y vos no". A lo que nuestra protagonista le responde: "A mi qué me importa; yo tengo piojos y vos no".
¡Una genia, mi hija!
Alicia Martínez Robaldo
 
- Había una vez, pero ya no hay más.
Nicolás Varlotta
 
- Había una vez un Sísifo quien, un buen día, se avivó de que ya no tenía que subir - una vez y otra - la reverendísima misma piedra de todos los días.
Luego de verla caer montaña abajo, se alzó de hombros, inspiró profundamente y descubrió a qué olía el futuro. 
(Inspirado en el Prometeo de Pablo Idoyaga Fielitz).
Carolina Berta
 
- Había una vez... truz.
Nicolás Varlotta
 
- Había una vez un padre que murió el día de cumpleaños de su hija, y mientras los vecinos decían "qué tristeza", ella sonrió, pensando que su padre nacía a una vida mejor.
Celia Ana Bone Artigas
 
- Había una. ¿ves?
Maria Cecilia de Antoni
 
- Había una vez un piojo tan grande pero tan grande en la cabeza del niño, que no pasaba por el peine fino y se salvó. La madre y el niño se apiadaron y lo adoptaron. Le pusieron Eduardo. Era uno más de la familia. Dormía dentro de la casa y usaba collar. Aprendió a dar la patita. Cuando el niño jugaba al Minecraft, el piojo, aburrido, se sentaba en su hombro y conversaba con los piojos salvajes de la nuca para entretenerse. Nunca se animó a hablarles del holocausto del Nopucid y el peine fino. Flor de crápula, el Eduardo.
Irene Vesna
- Había una vez una vida, pero pasó rápido... ¡Dios! ¿cómo fue que pasó tan rápido?
Laura Santullo
 
- Había una vez un okume impertérrito en Guinea. Quise que me ocultara, pero era delgado y yo, en cambio, muy obesa. Cuando me comieron los caníbales, ocultaron mis huesos anchos a la sombra del okume. Me oculto bajo el okume.
Charbelí Ramos Chávez
 
- Había una vez una vez y había una vez otra vez. Había y hay muchas veces.
Lau Ce
 
- Había una vez un abuelo, pañuelo al cuello, botas de cuero, bombacha de campo y sombrero que después de almorzar se sentaba en un tronco algo trabajado, a la sombra de algunos talas y otras especies, a mis ojos aquello era un trono en un exótico bosque. Cuenta la leyenda familiar y pueblerina que aquel gaucho-dandy tuvo más de cuarenta hijos. La verdad es que fueron más
Rudy Menéndez
 
- Había una vez un humano que retoñaba cada vez que veía las flores de marzo. 
Adán Pérez Guillén
 
- Había una vez alguien que no sabía que era esa vez.
Carlos Matuk
 
- Había una vez un hombre con un interruptor en la cabeza. Para irse a dormir lo apagaba. El problema era para despertarse, si no había alguien a su lado.
Alborocio Manuel
 
- Había una vez un repasador muy especial que poseía a la mano, los dos se fundían en uno, danzaban y volaban.
Analia Barbery
 
- Había una vez una luciérnaga, que se apagó para poder ver las estrellas...
Marta-lá Ortiz
 
- Había una vez una estrella que se apagó para ver a una luciérnaga...
Inspirado en Martha La Ortiz.
Andrea Díaz Lacoste
 
- Había una vez una manzana (de Adán) cuyo único pecado fue delatar a Eva - ya que en realidad era Evo.
Adán Pérez Guillén
 
- Había una vez un asesino que tenía muchas formas de matar, una era de olvido.
Carla Käy
 
- Había una… ¿ves que había?
Ana Lima
 
 
- Había una vez un periódico que soñaba con ser un paraguas. Murió empapado.
Carla Käy
 
- Había una vez un vaso con agua desde el que sonreían los dientes de mi abuela...
Carolina Filluelo

- Había una vez un hombre tan tan tan que se volvió campana y una niñita se rió tanto tanto que el hombre, enojado, le dijo que no fuera tantonta.
Cecilia Cardoso
 
- Había una vez un sueño que todas las mañanas salía por las calles a buscar un portador. Una vez que lo encontraba, llamaba a la Utopía para darle las coordenadas. Ella iba registrando a esas almas soñadoras.
Claudia De Lisio
 
- Había una vez un falso príncipe que cuando besó los fríos labios de su amada dormida en una caja de cristal, descubrió que era necrófilo.
Cristian Serron
 
- Había una vez un lazo que se hizo nudo mil veces, para que lo desnudaran mil veces más
Daffne Balmon
 
- Había una vez un olmo que regaló una pera.
Edgar Dattoli
 
- Había una vez un caballo merquero que galopaba por las sombras de una mesa color bordó.
El Hoski
 
- Había una vez una mujer que se dormía llorando. Se sentía sola, hasta que encontró un hombre con quien llorar.
Elián Stolarsky
 
- Había una vez un hombre tan, tan, tan, pero tan, tan, tan pequeño, que apenas cabía dentro de sí mismo.
Farid Goushehguir
 
- Había una vez, antes de la escasez; ahora ya no hay.
Gabriel Varela
 
- Había una vez una nube de moscas tse-tsé sobrevolando a una princesa y todo su castillo...
Gabriela Onetto

- Había una vez un hemisferio izquierdo y uno derecho. Los dos se enfermaron, pero cada uno de diferente índole. Eso complicó el asunto porque vivían juntos: bajo la misma bóveda craneal.
Gabriele Ueberfeld
 
- Había una vez un hombre al que se le secó el cerebro de leer fotografías, entonces cambió sus ojos por un par de cristales... pero los cristales se empañan y se rayan, así que le mandaron a usar ojosante.
Gonzalo Perazza
 
- Había una vez...
un recuerdo
terco
mal enseñado del olvido.
Guadalupe Dos Santos
 
- Había una vez un país esperanzado en aclarar cosas que se despintaron de un viejo cuadro...grises, morados, bermellones ahogados en silencio. 
Había una vez un lejano país.
Gustavo Fernández
 
- Había una vez un cuervo que devoró sus ojos con un gesto distraído de violín azul
Laura Inés Martínez Coronel
 
- Había una vez un amigo que era tan pero tan tan tan que se volvió campana y no lo volví a ver....
Inés Arcos
 
- Había una vez una luna que no se quería ir. Ahí seguía en la mañana siguiente, asomada a la ventana oeste, translúcida y congelada. Entrar, no la dejé, pero le puse un platito de leche.
Irene Vesna
 
- Había una vez un . que terminó la relación entre dos personas, y eso fue muy triste.
Jar Bu
 
- Había una vez una persona que quería aprovechar todas las oportunidades que se le presentaban. Nunca tuvo mucha estabilidad.
Jennifer Romero
 
- Había una vez un sujeto que decía para sus adentros: Por la mañana soy dios, por la noche el diablo y en las tardes un buen mediador.

- Había una vez una decisión tomada (borracha), veía todo doble, triple, borroso, y se le movía el piso, el viso y el rizo... 
Caminando a pasos cortos, largos, inconscientes llegó a una encrucijada... 
Un soplo de aire frío recorrió sus huesos y fue entonces, una sobria indecisión.
Lalo Ka
 
- "Había una vez, y al mismo tiempo no hubo nada" – Schrodinger
Chava Caín
 
- Había una vez un dolor acústico que se quedó en tu piel como viviéndome.
Laura Inés Martínez Coronel

- Había una vez un reloj cojo que regresó a su casa. Cuando Cenicienta le abrió la puerta el reloj cojo comenzó a temblar.
Léo Sofía Garicoïts
 
- Había una vez un cuervo que decía: nunca más, nunca más...
Leonardo Pereyra
 
- Había una vez un gato vivo y muerto al mismo tiempo, fue el primer gato zombi.
Léth Zwittag

- Había una vez un maquillaje que no se corría, ni siquiera cuando los de atrás le decían que no los dejaba ver.
Leticia Cohen
 
- Había una vez una chica que soñaba con que un circo se la llevara lejos, quería ser trapecista o equilibrista. El circo nunca llegó...
Dicen que la última vez que la vieron por aquella ciudad, estaba trepada a una cornisa.
Lorena Giménez
 
- Había una vez un mocoso gripiento fulano, que buscaba alivio a su catarrazo, se amarró al cuello un calcetín sudado, se embarró en el pecho el sebo de un marrano, baños de pies con remojón del ano. Nada sirvió, se le quitó sin embargo...
Lucy Elena Pradhita
 
- Había una vez, un taxista que soñaba con ser copiloto.
Luis Petranko
 
- avia una bes un vurro que moria por contar un cuentesito.
Marcelo Suárez De Luna
 
- Había una be que conoció a una ve y tuvieron una doble ve. Entonces b pidió un ADN.
Marcelo Suárez De Luna
 
- Había una vez una señora que estaba dele que te dele tejiendo una bufanda para la jirafa del zoológico del pueblo, que en los inviernos se resfriaba.
La comisión de defensa de los derechos del animal, organizó una gran campaña, fotos, firmas en las esquinas, twiter y facebook, tanto que gente de otros países participó de la misma. Finalmente la comisión cumplió su objetivo y el zoo fue cerrado y los animales devueltos a se hábitat natural.
La señora, que recién terminaba la larga bufanda, enroscó la misma sobre su cama, en forma de espiral, cual galaxia a rayas, dejando una colita para formar la J de jirafa.
La jirafa, espera en el África que algún niño le convide galletitas, mientras mordisquea hojas de los árboles.
Maria Cecilia de Antoni
 
- Había una vez un caballito marino que tuvo que ir al sicoanalista cuando descubrió que se había creído muy potro y en realidad era un pescado.
Patricia Gandaria
 
- Había una vez, una vez y dos veces y tres veces pero nunca aprendía. Era una vez muy necia.
Dina Yael
 
- Había una vez un muchachito portugués que quería cambiar el mundo y se subió a un barco mercante y llegó a Brasil. La vida lo cambió a él. A los ochenta años, me contó su aventura de barcos, mares y revoluciones, y se fue. Aún lo lloro.
Maria Rosa Branco

- Había una vez, dos desconocidos con muchos recuerdos en común.
Mariela Valderrama Díaz
 
- Había una vez una vida tratando de ser vivida, pero su dueño estaba tan distraído buscando con quien compartirla, que la vida se cansó y lo dejó.
Maris Morlet
 
- Había una vez una nube que buscaba una forma que la definiera, probó como perro, árbol, manzana, caballo. Se estiró hasta el infinito para parecerse a una laucha y se comprimió tanto tanto que se condensó y cayó como lluvia.
Ahora vive como una rosa y un clavel, una cabra, una pelota y un niño de 10 años que mirando el mar desde la rambla sueña con un día ser nube.
Martin Pissano

- Había una vez una vía y una vez.
 
- Había una vez un marino que pensó que iba a morir. A los pies de su lecho de tuberculoso, ella le explicaba que era joven y bonita y tenía la vida por delante. Su voz se mezclaba con el recuerdo de puertos lejanos, de las olas golpeando el casco, el murmullo de los bares a los que no había ido y la risa de las prostitutas que no había frecuentado.
Cuando cesó la fiebre se levantó de la cama. Compró una cuchilla. La hizo afilar…
Matilde Martínez

Había una vez un mundo al revés al mundo un vez una había
Sergio Daniel Gindel
 
Había una vez un sueño que quería ser real. Saltaba de mente en mente tratando de encontrar un ser que, al despertarse, no lo olvidara. Pero eran tiempos difíciles para los sueños y los soñadores.
Lou San Martín
 
- Había una vez una persona que hacía la plancha sin darles la espalda.
Mercedes Rodriguez
 
- Había una vez una mujer que encontró una llave diminuta y temblaba de emoción imaginando qué descubriría cuando por fin encontrara la diminuta cerradura.
Monica Cortazar

- Había una vez un leucocito dispuesto a luchar contra el virus de la gripe. Hasta que un compañero le dijo que un ser incapaz de dar vuelta 20 metros sobre sus pasos para recoger una bufanda, no merecía el sacrificio.
Omar Gil Álvarez

- Había una vez una babosa que quería dejar de pagar alquiler. Pero no le dieron un préstamo por falta de garantías.
Pablo Souza
 
- Había una vez una cigarra que se enamoró de un grillo. Cuando salió la ley de matrimonio igualitario se casaron. Pero a sus hijos, los cigagrillos, los discriminaban diciendo que eran perjudiciales para la salud.
Patricia Gandaria
 
- Había una vez un patizambo al que le habían apalcuchado tanto el ocote, que sus doradas crasas estaban violáceas. Unbénico hijo de una monogamia tardía, habíase negado a concurrir a sus exequias con tal mala suerte que sus cimitarras se habían desfregado.
Pepe Fainberg
 
- Había una vez un futuro que inventó una máquina para ver que en el futuro habrá inventado una máquina para ver que en el futuro habrá inventado una máquina para ver que en el futuro habrá inventado una máquina...
Tia Maria

- Había una vez una joven llamada Cenicienta. Su madrastra la hacía limpiar la casa de arriba a abajo TODOS LOS DÍAS. Un día - escapada - fue a una fiesta, y para su sorpresa el príncipe de la comarca le propuso casamiento. Pero ella, haciendo uso de su gran instinto femenino se fugó con Mr. Músculo.
Solange Calvermater

 
- Había una vez un hombre cuya aguda mirada le permitía ver a través de los otros, como si fueran del más limpio cristal. Vivía tropezándose con todos.
Wada Vazquez
 
- Había una vez un avestruz que alguna vez fue pez. Pero vos ya lo sabés: era uno de esos bichos que solo ves cuando hablás al revés.
Soraya Herrera

- Había una vez un espejo que al pararme frente a él me dijo: “La vida es como yo, si me sonríes, te sonrío.”
Silvana Alv
 
- Había una vez quería ser colorín colorado, se dice que un día este último aceptó este cambio de roles; es desde entonces que nadie sabe cuándo empiezan o terminan las historias, había una vez.
Un Carlitos
 
- Había una vez un ojo que miraba a la ruleta y de reojo miraba a otro ojo; entre la ruleta y el otro ojo, este ojo, invadido por súbito sonrojo, prefirió cerrar su ventana con menudo cerrojo.
Yasser Márquez Verástegui

- Había una vez una muerte sorda. Alguien le había cortado las orejas.
Vincent Bouyra

- Había uda ved que beze a adguiend cond grdipe y cdreo que me da condtagió...
Roberto J. Onaindia
 
- Había una vez una muchacha que andaba por la vida al tiempo que andaba por dentro de su cabeza y se encontró por casualidad con ella misma, no sé bien si dentro o fuera.
Y se asustó pero solo al principio.
Pero luego se fueron las dos a tomar una horchata y a mirar a los chicos en la plaza de octubre.
Alborocio Manuel

- Había una vez una niña que daba conciertos benéficos para el instituto de traumatologia de peluches, monstruos y muñecas desmembrados, decapitados y afines.
Teresa Sitjar Quijano
 
Había una vez, un hijo de carpintero, un dealer y un mesías que faltó a su promesa..
Wash Gonz

- Había una vez un caballito marino que tuvo que ir al sicoanalista cuando descubrió que se había creído muy potro y en realidad era un pescado.
Patricia Gandaria

Había una vez una mentira agrandada. ¡Se sentía invencible porque tenía patas largas!
Silvia Leta Disiervo