2 jun 2013

531-540

531 Maga Uruguaya
Había una vez un resto de fe guardado en un viejo frasco de perfume con la etiqueta: "sólo para emergencias"
Laura Inés Martínez Coronel
había unaz vez una arboleda gris y licenciosa con una flor viva fragmentada extravagante creciendo en un territorio con mariposas resguardadas
Andrea Sirota
Había una vez una noche.
Un cielo oscuro.
Un gajo de luna finito finito.
¿O era la sonrisa de un gato
burlón?
Carolina Berta
Había una vez un Sísifo quien, un buen día, se avivó de que ya no tenía que subir -una y otra vez y otra- la reverendísima misma piedra de todos los días. Luego de verla caer, montaña abajo, se alzó de hombros, inspiró profundamente y descubrió a qué olía el futuro. 
(Luego de leer al Prometeo de Pablo Idoyaga Fielitz fue que vino este Sísifo).
Pepe Fainberg
habia una vez un cincuenton algo gordo que para bajar de peso y hacer algo de gimnacia habia decidido ir a jugar a la pelota en una canchita de una escuela cercana. por verguenza, el gordo corria solo tras el balon, y pateaba a un arco vacio. 
un dia llego a la canchita y habia un grupo de chicos de no mas de 10 anios jugando al futbol. 
el gordo tuvo verguenza y empezo a recular para irse cuando sono una voz de campanilla. era uno de los chicos. 
-senior! senior! no quiere jugar con nosotros? 
el gordo lo penso una vez, dos veces y dijo: - bueno - pero al arco....
el partido duro media hora que para el gordo era una eternidad de sudar bajo el sol. su enorme figura tapaba casi todo el arco y los chicos pateaban con fuerza pero no podian hacer goles. a pesar de eso los pibes se destornillaban de risa y le gritaban al cincuenton - grande el arquero! grande el arquero!
y entonces, como bajo un flash de luz, el gordo dejo de sentirse gordo. 
volvio a tener ocho anios y a recordar el patio de su escuela con los arcos de futbol a los lados pintados de azul oscuro. 
entre brumas veia en lugar de los chicos a su companieros. casi se podia decir que los reconocia. ahi estaban el pajarito amendola, el negro domingo, el flaco melero...
y ahi estab el al arco mientras los muchachos le gritaban - bien ahi fillol! bien ahi gatti!
ya hace varios dias que el gordo cincuenton va a la canchita. ya no le importa ser gordo. solo quiere jugar con los pibes y volver por un momento feliz - a tener esos ocho anios.
Pepe Fainberg
habia una vez un cuento que tenia principio, pero no tenia medio ni tampoco fin. 
al escritor le habia sido facil empezar la historia porque no hay nada mas facil que empezar a contar escribiendo "habia una vez" - pero no hay nada mas dificil que ponerle cuerpo, sangre y huesos a esas tres palabras. 
nuestro apelmazado hombre se pasaba las noches en vela pensando que podia decir despues del "habia una vez" y no encontraba nada relevante que le hiciera seguir sus pasos hasta el final del relato. 
garabateaba en su cuaderno sincronias mordazes, lugubres poesias y recuerdos de antanio, pero nada que realmente valiera la pena le acudia a la mente...

asi lo encontre yo, muerto, todo piel y huesos, frente a su ordenador. quedaba de el solo polvo y resignacion en las cuencas de sus ojos. me prendi un cigarrillo light, corri su mano huesuda del teclado que casi se deshizo al tocarla, y comenze a escribir esta historia. 
la de un escritor que no sabia como seguir despues del "habia una vez"....
Berenice Gereda
Había una vez una hamaca que se balanceaba en mi equilibrio...se desprendía del suelo para hacer volar como golondrinas el largo cabello desgreñado de mi niñez.
Se escapaban los sueños y la tarde solitaria esperando que los demás se despertaran de la siesta...tan sencilla felicidad que si de aburrida jugaba a la Payana, creaba carpas con viejas sábanas y se hacía perseguir con una vara por no ir a la casa...tan incomprendida niñez...compartimos la sensación de libertad del columpio con mi pequeña, pero no la soledad nunca la dejaré conocerla...
Laura Inés Martínez Coronel
Había una vez un fantasma sorprendido de su crepitar de incendio exactamente diez minutos después de medianoche
Mónica Monje
Había una vez lo viejo en lo nuevo. Lo viejo regresa en la música. En lo nuevo no hay música, hay un silencio que se parece al de la noche en la montaña. Tal vez viento, tal vez el canto de un ave nocturna, tal vez el techo de chapa que se retuerce de gozo, y gime.
Alba Maquieira

Había una vez un globo blanco,gordo, precioso.Un niño lo paseaba de la mano;pero se distrajo y lo soltó.El viento se llevó al globo y lo dejó entre las ramas de un árbol. Pero el no se sintió aprisionado ¡Estaba en el Prado!La primavera estallaba por todos lados flores,yemas,ramas,hojas.Y los pájaros hacían sus nidos muy cerca suyo.Nacían sus pichones,los alimentaban y adiestraban para volar(ya se sabe que las aves son más sabias que los humanos) Cuando llegó el verano, descansaba en el frescor y veía sorprendido el sofocado trajín de la gente que pasaba.Se dormía arrullado por el rumor de las hojas,que mecía la briza nocturna.Vino el otoño pintando el parque,con tonos amarillos,rojos,ocres y las hojas cayeron.Cuando el invierno llegó,lo encontró apoltronado en su rama.Envejecido,arrugado como una pasa y muy feliz.Había llegado al la longeva edad de un año!

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