1 jun 2013
711-720
Había una vez una destacada bailarina que dejó su pasión
para integrarse al harén de dios.
Patricia Gandaria
Había una vez una mujer muy dormilona, una que dormía con
siete enanos, una que regresaba a su palacio descalza después de una noche de
juerga y otra que se enamoraba de una bestia, que protagonizaron cuentos y le
hicieron ver a las niñas que cualquiera sea su situación podrán verse como
princesas.
Rubén Pesquera Roa
Había una vez..., ¡No!, no había. No había ni princesa ni
dragón ni sapo. ¡Momento!, el sapo sí estaba, mirándolo con esos ojotes desde
el extremo de la cama.
Pepe Fainberg
Habia
una vez un hombre lejano que estaba solo dentro de su sobretodo gris. Yo lo
veia venir de la ciudad por las tardes cuando ya estaba yo tomando la merienda
- un chocolate dulzon sin nata y unas galletitas santa paula que siempre habia
en la lata que escondia mama.
Había una vez... Un hermoso cuento que quiso ser largo,
pero la protagonista se pasó de hipster y el cuento... muy triste se dejó morir
convirtiendo su triste espíritu en sólo un recuerdo... muy corto.
Charbelí Ramos Chávez
Había una vez un budrunó que vivía en Trolundá y trabajaba
en. Una vez el budrunó regresaba a Trolundá y vio su barrio, Carpasspan,
consumido por el fuego. Preguntó a una budruná y ella le contestó en budrunol:
"Shulu retni asurix" o "Han venido a destruirnos". Fuiroso
y momentáneamente envalentonado, sin saber quiénes venían a destruirlos, el
budrunó tomó una chartucat y se unió a los parfutó para levantarse en armas. El
budrunó parfutó murió en fuego cruzado, mientras intentaba esconderse en algún
lugar, pero como encontraron su chartucat en medio de las dos trincheras, se
inventaron que era el héroe del Carpasspan, muy respetado por todos, aunque
perdieron la batalla.
Chucho Lagunes
Habia una vez... un amor que parecia platónico... que
rebasaba fronteras, épocas y sobre todo... distancias. De esos amores tan
grandes y puros que no podrian consumarse en un plano físico... tangible. Un
amor que no podia etiquetarse y que seguramente seria repetido en esta y otras
vidas. Esta historia es real, tan real que podria ponerle nombre y apellido.
Sin embargo... es de este tipo de historias las que es mejor dejar en el
anonimato. Es una historia de esas que siempre terminaran bien, aunque nunca
tengan un final feliz.
Adán Pérez Guillén
Había una vez una gota que derramó el vaso que soñaba ser
una tormenta en un vaso de agua.
Maria Cecilia de Antoni
Hay una vez una mujer mosaico de ciudades y pueblos
italianos, que no sabe como los pedacitos se fueron uniendo tanto tiempo atrás.
Habrán venido en barco y una ciudad portuaria los reunió.
Isabel Varangot
Había una vez una copa de vino, esa copa que alguna vez fue
su compañera, la misma que la llevo al abismo, del cual solo pudo emerger a la
luz. Fue su mirada la que un día fue dañada con aquellas imágenes, fue aquel
instante donde toda su sensualidad, o sea sus sentidos, habían sido dañados.
Estaban adormecidos, y ella sentía que su vida era llevada en andas. Miraba la
copa y con cada sorbo ahogaba sus recuerdos, como acurrucada se adormecía y
sentía que era feliz… Lloro en silencio,,, mas era su niña interior quien
lloraba,,, ¿por qué a mí? se pregunto, sintió su lastima, sintió el dolor de su
alma. Todo parecía detenerse por un instante,,, miro su copa y allí arrodillada
casi suplicando miro al cielo y supo muy dentro que solo ella podría sanarse.
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