1 jun 2013
721-730
721Charbelí Ramos Chávez
Había una vez una mejor versión de mí rondando por las
calles: usurpó a mis amigos, se robó mi alegría y mató mi neurosis. A veces, yo
lograba escaparme un rato y volvía a ser yo, pero los otros la preferían a
ella...
Alba Maquieira
Había una vez una bruja que intentando devolver su
identidad a un joven,se vió transfomada en hermosa mujer.Loca de contenta salió
corriendo por la floresta.Cuando se cansó, se sentó a la orilla de un río de
lágrimas. De pronto desde el agua surgió un enorme pulpo, que prendado de su
belleza,la arrastró consigo al fondo del río.Luchando desesperadamente
descubrió que había perdido sus poderes.A sus gritos de socorro acudió un
tiburón,que cercenando los brazos del pulpo la liberó.Pero al verla tan bella,
el tiburón quiso que se quedara con él.Resignada la bru-jer aceptó.Pero la vida
con Tibu ,era difícil ya que tenía mal genio y siempre mostraba los
dientes.....Continuamos?
Maris Morlet
Había una vez un grito que quería salir, pero la garganta
no lo dejaba. El grito arañaba y pataleaba desesperado por su encierro. Un día,
mientras el grito estaba a punto de ahogarse, llegó un nudo decidido a
convertirse en llanto. El nudo abrió paso al grito y la garganta tuvo que
ceder. Después de semejante batalla, lo único que quedaba era una silenciosa
calma.
Alba Maquieira
Había una vez un hombre que criaba palomas en el fondo de
su casa.Todos los atardeceres las palomas salían volando con prisa,los niños de
la casa corrían detrás de ellas.Embobados veían a las palomas posadas sobre los
brazos abiertos,los hombros y el sombrero del abuelo que regresaba de su
trabajo.Así todos los días.
Había una vez un hombre pacifista que no mataba ni una
mosca. Un día, atropellado él, osó pararse sobre un caminito de hormigas y mató
a cinco. Fallidos todos sus intentos de revivirlas y olvidada la prisa que
antes le aquejaba, formó una montañita de azúcar y esperó a que las compañeras
de las occisas se reunieran. Cuando ya había una muchedumbre considerable de
obreras y un par de grandulones que tenían pinta de capataces, dio paso a hacer
pública su promesa: de ahora en más un montoncito de comida sería ofrendado
puntualmente a las 8:30 am en memoria de las cinco desgraciadas.
Maga Uruguaya
Había una vez una pollera corta, unos tacos altos y una
mañana de primavera. Él la siguió 10 cuadras hasta que ella llegó a su trabajo.
Ella no dijo nada pero le sonrió al cerrar la puerta del edificio. A la salida
él la estaba esperando.
Había una vez una mujer que desconfiaba del "romanticismo"
y por lo general acertaba.
Había una vez un hombre que rendía homenaje a sus kilos de
grasa perdidos en dieta. Compraba dos boletos de autobús para su ya inexistente
volumen y adquiría ropa diez tallas más grandes para ocultar el lugar donde
antes se le abultaba la carne. Ahora, delgado, ya no podía pasar desapercibido
y tenía la sensación de que pesaba lo que un bisonte.
Había una vez una bruja que deseaba separar dos seres que
se completaban, no se percataría que sus intentos volverían más fuerte el lazo
entre los dos amantes.
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