9 jul 2013

400-409

Alfa Centauro
Había una vez, un príncipe que quería ser sapo y una princesa que quería ser azul, lo lograron y fueron felices.

Patricia Gandaria
Había una vez una realidad que no se reía nunca. No sabía reír. Era la archifamosa "triste realidad".

Irene Vesna
Había una vez una canción que no te dejaba salir. Era una de esas canciones de sufrir con dignidad y guitarra. Una chica que conocí, quedó encerrada sin querer. Primero dijo «no importa, acá se está bien», porque la canción era lindísima. Con el paso del tiempo quiso huir; nada es tan lindo si es para siempre. Pero allí no había ni puerta ni escalera ni ventana. Golpeó el vientre de la canción desde adentro y gritó para que alguien la escuchara, pero no tuvo suerte. Era una canción vieja, muy poco conocida y casi nadie pasaba por ahí.

Kark DelMonte
Había una vez un bru, 
un brujito que en Gulubú 
a toda la población 
embrujaba sin ton ni son.

Mª Elena, merece su espacio aquí, en "Había una vez.."

Kark DelMonte
Había una vez un reino de tuertos, un apacible lugar donde la mirada tenía su único punto de vista. En esos tiempos apareció caminando por el antiguo camino real que conducía al palacio del Señor, una mujer de hermosos ojos castaños, cabellera ondulada y rebelde, dueña una sonrisa capaz de seducir al más poderoso de los hombres. Golpea la pesada puerta que protege el grandioso castillo solicitando poder ver a su Majestad, necesita hablarle. Los guardias la hacen pasar a una lujosa antesala y le piden que aguarde, mientras uno de ellos entra en el recinto posterior donde se encuentra el Soberano. Luego de unos minutos sale uno de sus lacayos y le comunica muy apenado: " El Rey no os podrá veros, el Rey es ciego".

Eduardo De La Mano
había una vez, llego otra y ahora son dos

Kark DelMonte
Había una vez
un tipo que fue hermoso
y fue libre de verdad
guardaba todos sus sueños 
en castillos de cristal
poco a poco fue creciendo
y sus fábulas de amor 
se fueron desvaneciendo
como pompas de jabón.

reclamando un lugar también para Sui Generis

Soledad Caballero
http://barcesole.blogspot.com.es/2013/07/habia-una-vez-un-mar-azul-pleno-de-vida.html
Descripción: https://fbstatic-a.akamaihd.net/rsrc.php/v2/y4/r/-PAXP-deijE.gif
BAF! : Había una vez un mar azul pleno de vida...
barcesole.blogspot.com

Charbelí Ramos Chávez
Había una vez un genio que quería ser feliz. Se inventó un tocayo con poderes mágicos a quien guardó en una lámpara como su secreto más preciado. El tocayo se quedó dormido. Cuando por fin frotó la lámpara para despertarlo, el tocayo le concedió un deseo: "quiero ser feliz". Entonces el tocayo le quitó la mitad de la inteligencia y se la quedó como pago por el tiempo de encierro. 

Tiempo después, el exgenio y el tocayo se encontraron en la calle: aquel tomado del brazo de una muchacha y rodeado de gente que se reía con él; este sintió añoranza de algo que nunca había tenido y empezó a inventarse un tocayo que le concediera un deseo.

Patricia Unger
Había una vez un hombre que fue música, y creaba música todo el día y toda la noche y más allá del día y de la noche, como corriendo contra la muerte, como sabiendo que ella se lo llevaría temprano. A ritmo de fiebre componía sus obras, una tras otra, y en sus partituras dejaba líneas desnudas que abrían espacio para improvisar en el piano sus aventuras de la libertad. No se sabe de dónde sacaba tiempo, pero en su vida fugaz pasó largas horas metido en los libros de su vasta biblioteca o enredado en animadas discusiones con gente muy mal vista por la policía imperial como Joseph von Sonnenfels, el jurista que logró que en Viena se prohibiera la tortura por primera vez en Europa. Sus amigos eran enemigos del despotismo y de la estupidez. Hijo del Siglo de las Luces, lector de la enciclopedia francesa, Mozart compartió las ideas que sacudieron su época. A los veintiocho años perdió su empleo de músico del rey, y nunca más volvió a la corte. Desde entonces, vivió de sus conciertos y de la venta de sus obras, que eran muchas y tenían mucho valor pero poco precio. 
Fue un artista independiente, cuando la independencia era cosa rara, y cara la costó. Por castigo de su libertad, murió ahogado en deudas: tanta música le debía el mundo, y él murió debiendo. (Eduardo Galeano)
http://www.youtube.com/watch?v=rxGy83aipbY



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