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Había una vez una bufanda que soñaba
con ser Rapunzel y cada invierno a escondidas se tejía unos centímetros extra.
Había una vez
unos labios agitados cual mariposas
dando así color a mil palabras.
Había una vez un aire obsesivo que se
coló en la pluma de García Lorca para acercarse a Preciosa, aunque sea en un
poema.
Había una vez un sueño que todas las
mañanas salía por las calles a buscar un portador. Una vez que lo encontraba,
llamaba a la Utopía para darle las coordenadas. Ella iba registrando a esas almas
soñadoras.
Había una vez un futuro adicto al
antiempañante y un corazón adicto al anticongelante. Ambos eran muy felices.
Había una vez unos niños que la vida
los había castigado con hambre y desamparo......estudiaban en Harvard....y con
un poco más de 20 años en una reunión de amigos de su colectividad...se
comentaron entre ellos....uno se llamaba Mark....y dijo: estoy pensando una
idea genial para hacer en internet!!! Un lugar donde todas las personas puedan
compartir sus fotos...sus pensamientos...sus gustos...!.....al poco tiempo el
pequeño niño hebreo recaudó más de 14 mil millones de dólares gracias a mi....a
vos...a todos los que vivimos una vida paralela acá en el
cara-libro.....colorín colorado......el judío se ha forrado y el cuento aún no
ha terminado.....
Había una vez, un silencio que se
volvió murmullo, después una plática, de la cual no se escucho nada...
TRUZ!!!
Había una vez una estirpe de pulmones
azules y pubis humedecido, en manifestación inquebrantable de su espontaneidad:
(...) se llamaba.
Había una vez una virtud muy preciosa y
esquiva. Yo pasaba mis días corriendo agitada detrás de ella, sin ningún éxito
en alcanzarla. Un día alguien me dijo que era al revés, que me tenía que quedar
quieta para que ella me alcanzara a mí. Y aquí estoy intentando quedarme quieta
a ver si me alcanza, por fin, la paciencia!