290-299
Había una vez dos perdices que se
enamoraron, y se casaron a pesar de sus diferencias sociales y culturales. Y
vivieron felices, y se alimentaron de carne de príncipes y princesas.
Había una vez una venganza sin
pretensiones, sólo le alcanzó con demostrar que si bien no tenía la fama y
fortuna de su ofensor, tenía talento y educación. Y ESO NO SE PAGA.
Había una vez un bidé soñador que
estaba juntando dinero para viajar a roma y seguir el ejemplo de su prima, una
tal Fontana di Trevi.
Había una mujer llamada Lourdes que no
creía en Había una vez, pero poco a poco descubrió que era una terapia grupal.
había una vez un muerto sonoro que
aturdía los fantasmas
Érase una vez la ansiedad que se comió al
estómago.
Había una vez un par en un autobús.
Mirábanse indirectamente por el reflejo en la ventana. Él se bajó. Ella alentó
su nombre en el vidrio: Anna.
Havía una veztia que se enojava por no
diferenciar la 'b' de la 'v'...
Había una vez, al revés: Zeva nuaí
baH... AerdnA euq abatnnoc
Había una vez pan y circo o galletitas
con chispas de chocolate y fútbol.
Y después...