9 jul 2013

210-219

Maria Rosa Branco
Había una vez una noche de luna llena, igualita a esta. Una niña pequeñita mirando por la ventana, le dice a su madre: ¿Mamá sabés que come la luna? La luna come cielo.

Alejandro Escutary Tarrech
Había una vez un esperanza chiquita....Todos decían,que era mala,que no debía existir,que su propietario/a debía desalojarla de su departamento en el corazón. Nadie quería que se quedara,ni el mundo,ni lo sabios.Pero ella seguía allí sonriendo y anunciando auroras hermosas,palabras de amor,abrazos,besos y atardeceres dorados. Y seguía allí,decorando su casa tan campante. Parece que el dueño no le cobra alquiler.

Irene Vesna
Había una vez un piojo tan grande pero tan grande en la cabeza del niño, que no pasaba por el peine fino y se salvó. La madre y el niño se apiadaron y lo adoptaron. Le pusieron Eduardo. Era uno más de la familia. Dormía dentro de la casa y usaba collar. Aprendió a dar la patita. Cuando el niño jugaba al Minecraft, el piojo, aburrido, se sentaba en su hombro y conversaba con los piojos salvajes de la nuca para entretenerse. Nunca se animó a hablarles del holocausto del Nopucid y el peine fino. Flor de crápula, el Eduardo.
(cuentimio testimonial)

Irene Vesna
Había una vez una luna que no se quería ir. Ahí seguía en la mañana siguiente, asomada a la ventana oeste, translúcida y congelada. Entrar, no la dejé, pero le puse un platito de leche.

Edgar Dattoli
Había une vez un olmo que regaló una pera.

Kark DelMonte
Había una vez un maestro que contagió el espíritu sindical a sus dormidas compañeras. Se transformó en un referente y logró escalar en las esferas (cosa difícil si las hay, escalar esferas) y así lograr los objetivos soñados por toda la asociación de dormidas adherentes. Una vez dentro ( hablamos de esfera,¿ verdad?) el maestro parecería ser que perdió las referencias o de alguna manera algo cambió o quizás él cambió, y cambió y cambió... aquellas necesidades por la complacencia. O quizás no cambió y ese fue siempre su objetivo, eso no lo sabremos nunca. El caso hoy es que aquellas dormidas adherentes se transformaron en activas portavoces del reclamo salarial, se independizan de la actitud paternalista de viejos dirigentes y castigan la traición desafiliándolos del gremio. Enseñar siempre ha sido una actividad de riesgo.

Laura Inés Martínez Coronel
Había una vez una estatua que se convirtió en gemido, un amor inexistente y un hombre distraído.El ruido de la sal lo despertó.Era tarde, la estatua lo había derretido

Elizabeth Wojnarowicz
Había una vez una pareja muuuuy rayada. Ella se llamaba Cebra y él Tigre. Quedaron consternados al ver a su vástago lleno de lunares.

Charbelí Ramos Chávez
Había una vez un libro muerto en la estantería, era un libro nuevo que nunca nadie abrió.

Andrea Sirota

Había una vez un grupo de facebook
donde uno podía contar sus cuentos 
todo el día y toda la noche.

Y ésto generaba elevados niveles
de adicción.