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Había una vez un día felíz de
cumpleaños felíz.
Con globos de colores y torta.
Pero antes había que limpiar y ordenar toda la casa.
Había una vez una noche de confesión:
nunca antes vi ojos hinchados, llenos como bombitas de agua, ojos dormidos, de
tristeza acumulada. Nunca antes viví en camas de madera. Dormir con estas pocas
ganas, secando la piel, los poros llenos de amor. Nunca antes reviví por un
abrazo.
Enjuago el corazón, lo doblo, lo cuelgo al sol, al lado
el ciruelo florecido.
Se desbordó el latón, Y no tengo secaropas,
secacorazones...
Había una vez dos mujeres un poco locas
que hacían cosas locas como darle abrazos a mujeres desconocidas que estaban
pasando por momentos difíciles. Las invitaban a sonreír y a tener esperanza
porque después de la tormenta siempre sale el sol. Ellas obtenían un gran
premio: se llenaban de energía y alegría cada vez que lograban su cometido. Hay
un libro rosa que se llama QUERIDA MAMA MIA que cuenta muchas historias de este
tipo y son re-divertidas.
Había una vez unos que se encontraron
para ser otros.
Había una vez un grito que vivía
encerrado en la garganta de una persona. Un día decidió salir, y rompió, además
del silencio, la promesa esa de "para toda la vida"...
Había una vez una vaca fiel, muy pero
muy fiel. Y en el rancho, la gente se preguntaba por qué uno de los toros no
tenía cuernos.
habia una vez un muchacho de unos 10
anios que queria ser mecanico de autos. se pasaba las tardes bajo su cama,
haciendo como que le reparaba un motor. tambien dibujaba las herramientas en
papeles que le sacaba a su mama del escritorio. ese muchacho crecio y no fue
mecanico sino ilustrador. tanto dibujo herramientas que al final el talento le
salio por ese lado. eso si, la cama que aun queda en la casa de su mama tiene
un motor mejor afinado que una ferrari. sino preguntenle a Luisa Wiener
habia una vez un catarismo oblicuo. era
tan pero tan oblicuo que los magos para tocarlo debian ponerse en un angulo
cuadratico de 38 grados. cierto mes de torrenciales botafogas, la oblicuidad se
le transformo en verticalidad lo que produjo que los magos tuvieran que tocar
acolastrados. desde entonces se escuchan por laderas y montanias ronquidos
unilaterales. es que muchos magos en esa posicion, se duermen....
Habia una vez un ciclista de nombre Ianai, al
que por su forma de pedalear le decian "el suave". Una obscura noche
de agosto cuando se dirigia Ianai pedaleando a su casa, se allo perdido por la
zona de la Villa 31.
Debo haber virado mal en la calle Cochabamba, penso Ianai. En ese momento sono
a sus espaldas un descomunal "BEEEEERRRRRPPPPPP". Dandose vuelta
Ianai percibio entre las sombras a la silueta de un bipedo de dos metros diez
de altura que le miraba con ojos amarillos mientras sostenia en su mano derecha
un choripan a medio morder.
- Disculpe usted, buen hombre - dijo Ianai - pero me encuentro perdido en esta
zona. Sabria como puedo volver hacia la calle Cochabamba?
El bipedo se espanto dos escolopendras y algunos
somorgujos, y acercandose a Ianai a menos de dos centimetros le espeto con un
terrible aliento a vino - Shi uste she dignah, shenio, sighame que dehshde el
proshimo pasahje le indhico...
La luna se escondio avergonzada.
Desde esa espeluznante noche, a Ianai , por su
forma de pedalear le dicen "el aspero"...