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Había una vez una niña de 11 años que
cruzó el Atlantico para abrazarse con su Papa.
había una vez un cuentimio in medias
res
empezaba en la pulpa
y terminaba en el bies
había una vez un sueño que solo cambió
de nombre.Y se despertó.
Había una vez un reloj cojo que regresó
a su casa. Cuando Cenicienta le abrió la puerta el reloj cojo comenzó a
temblar.
Había una vez un país esperanzado en aclarar
cosas que se despintaron de un viejo cuadro...grises, morados, bermellones
ahogados en silencio.
Había una vez un lejano pais.
Había un vez una pantalla de cine que
miraba hacia la sala donde prácticamente nadie la miraba a ella, entre los
destellos de luz, descubrió a un viejo que la miraba o parecía que lo hacía, o
tal vez dormía con los ojos abiertos soñando con juveniles lubricidades. El
resto de la sala se movía en un continuo frenesí de manos, piernas, labios y
humedades.
Había una vez una princesa, que en su
lecho nupcial besó a su príncipe, y éste se convirtió en sapo.
Y no fueron felices.
Y no comieron perdices.
Habia una vez una historia tan
enredada, pero tan enredada, que el pasado y la nostalgia decidieron huir hacia
el futuro
Había una vez un cuento mal escrito,
rengo
y por ende, histérico.